Las instalaciones actuales de la EDAR tratan las aguas residuales de una población de 148.000 habitantes
Las estaciones depuradoras de aguas residuales, conocidas como EDAR, son las responsables de limpiar el agua que se utiliza en las ciudades para su posterior devolución al medio con una alta calidad, sin causar impactos nocivos. Sirven para eliminar desperdicios, grasas y aceites flotantes, arenas, ….Es una definición aparentemente sencilla, pero para alcanzar tal objetivo, el agua debe pasar por unas estrictas fases de depuración.
En 2012 se decidió ampliar y remodelar las instalaciones de la EDAR de Segovia y con una inversión entre 21,6 millones de euros entró en funcionamiento en abril de 2016 con la gestión de Acuaes, obra que permitió tratar las aguas residuales de la ciudad, de los municipios limítrofes de La Lastrilla y San Cristóbal de Segovia y de los polígonos industriales de El Cerro y Hontoria, consiguiendo que los efluentes tengan la calidad exigida por la Unión Europea. El resultado final no deja lugar a la duda; los datos que arroja tampoco. El volumen de agua residual depurada es de 23.467 metros cúbicos diarios, es decir unos 8 millones y medio de metros cúbicos al año, con una capacidad máxima de tratamiento de 41.280 metros cúbicos diarios.
La capacidad de tratamiento de la actual planta corresponde a 92.880 habitantes equivalentes, con una capacidad máxima de 147.920 habitantes equivalentes.
Es decir, funciona a un 62% de su capacidad total. La cantidad de residuos que se recogen al año son de 242 toneladas de cribado o desbaste. 102 de arenas, 2,3 de grasas y 780 toneladas de fango deshidratado con una sequedad del 22, 23%. Residuos que van desde toallitas, botellas, mascarillas, grasas, detergentes, residuos industriales.
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